miércoles, 4 de mayo de 2016


¿Qué pensaríais si os dijera que los Dioses que todos conocemos viven en el siglo XXI? ¿Y si además te digo que caminan como simples mortales, y que quizás algún día hayas visto a más de uno tomarse un café en tu cafetería habitual?

Con esta simple y básica premisa comienza American Gods, novela escrita por el fabuloso Neil Gaiman. El autor es conocido de sobras por su obra Sandman, una de las mejores series de  novelas gráficas que se ha escrito en la historia del cómic.

El autor consigue con un argumento muy sencillo, una novela creíble y muy bien conjugada, donde los Dioses son los protagonistas. Y es ahí donde Gaiman hace arte con sus palabras, pues ya conocemos que al autor le encanta jugar con las diversas mitologías y religiones, podemos decir que este campo es uno de sus verdaderos exponentes en su trabajo. Sabe tratar de manera excelente todos los diferentes mitos para que se adapten a su historia, de un modo que parece natural y nada caótico, como comúnmente suele pasar al combinar estos extraños elementos.

En la historia se cuentan todo tipo de sucesos fantásticos en la relación que el protagonista central (un simple humano) tiene con los Dioses, y todo lo que ello le conlleva a obtener otra visión completamente distinta del mundo donde vive. American Gods trata, en definitiva, del contacto y el choque con la humanidad del personaje principal hacia las altas divinidades.

A medio camino de la fantasía, de la ciencia ficción y de una road story, Gaiman crea una novela en la que de verdad podrás creer en los Dioses, una historia que afronta con deleite el tema del paso del tiempo, la pérdida y llegada de las tradiciones y su relación con la inmigración, focalizando su escenario en Estados Unidos. Todo bajo el imposible marco de una guerra entre los Dioses Antiguos, los olvidados, y los Nuevos Dioses, seres de la tecnología y la informática que se abren paso día a día en nuestra sociedad.

Es imposible no encariñarte con los personajes, pues cada uno tiene un carisma propio de un Dios, siendo a la vez tan convincentes que en ocasiones te parecerán mortales. El protagonista y su atípica esposa también son personajes muy interesantes, que encauzan la novela con una trama bien hilada y ligeramente morbosa.

Con un final y un giro espectacular, un argumento que no se fundamenta en la lucha del bien contra el mal, sino en algo más profundo; Gaiman hace magia de nuevo. No sé a que estás esperando para leerlo, si es que no lo has hecho ya.

American Gods ganó en 2002 el Premio Hugo, el Premio Nébula, el Premio Locus y el Bram Stoker, todos a la mejor novela. Además, actualmente se están rodando la primera temporada de su adaptación a serie de televisión.

American Gods de Neil Gaiman


Cuando empecé este blog, estaba prácticamente seguro de que lo acabaría dejando, al fin y al cabo no sería la primera vez. Lo cierto es que el poquísimo contenido que hay lo considero de bastante calidad, pero me cuesta ponerme a hacer reseñas tan largas. La falta de tiempo hace que cuando puedo escribir un artículo, ya ha pasado una temporada desde que leí aquel cómic, con lo que mis recuerdos no son tan vívidos como quisiera y no puedo puntualizar tantas cosas como si la escribiese al día siguente.

Estoy ocupado. Bastante ocupado, diría yo. Trabajo, estudio, leo y cuando puedo escribo. He retomado el hábito de escribir literatura hace algunos días, lo cual me quita aun más tiempo, y ciertamente ahora paso más tiempo leyendo novelas que cómics. Y es que intento hacerlo todo, pero muchas veces siento que lo que hago es muy poco, que debería nutrirme más y más. Quiero sacar tiempo para ver cine, series, jugar a videojuegos, pero me resulta casi imposible en el día a día. Tienes que priorizar y todas tus aficiones entran en conflicto.

Apenas sé por qué escribo esto, si nadie va a leerlo. De todos modos, creo que quiero hacer algo con este lugar marchito. Resulta un tanto incoherente que después de decir que no tengo tiempo diga que quiero ponerme con un blog de nuevo. Veremos qué pasa. Publicaré el contenido que crea conveniente (cómic, cine, literatura, videojuegos, algún relato, pensamientos, reflexiones...), pero no gastaré más allá de veinte minutos por entrada, quiero que sea un pasatiempo ligero tanto para mí como para mis posibles lectores.

Muchas gracias.

Cambio de planes